Las técnicas mínimamente invasivas nos permiten minimizar la agresión quirúrgica, disminuir el dolor postoperatorio y acortar las estancias de ingreso tras la cirugía. Las hernias de disco, las fusiones vertebrales y el tratamiento de las fracturas toracolumbares son ejemplos de patologías que se pueden beneficiar de la cirugia mínimamente invasiva.
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Francamente muy interesante el artículo.
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